Preferimos llamarlas Guaridas fiscales, porque el concepto de guarida (según la RAE Cueva o espesura donde se guarecen los animales) mejor que paraíso (según la RAE: Cielo, lugar en que los bienaventurados gozan de la presencia de Dios).
Las guaridas fiscales son países y territorios con baja o nula tributación que sirven de refugio a empresas legales (bancos, construcción, farmaceúticas, armamentísticas, etc) o ilegales (drogas, prostitución, etc) para evadir impuestos o simplemente ocultar el origen ilícito de esas actividades, produciendo con ello un gran perjuicio a la inmensa mayoría de la población mundial que no vive en esos territorios por todo el dinero que sus haciendas públicas dejan de recibir. Por el lado de los beneficiados, una pequeña parte de la población de esos territorios pueden conseguir empleo, pero sobre todo los grandes beneficiarios son las personas con grandes fortunas que esconden el dinero evadido.
El debate de la desaparición de las perniciosas guaridas (paraísos) fiscales ya no aparece en la Agenda de los medios de comunicación del mundo, por tanto tampoco en la del G-20, el grupo de los países más ricos y poderosos del Planeta. A ellos, los pocos que controlan el poder económico mediático-político no les parece adecuado la desaparición de las guaridas (paraísos) fiscales, por eso lo consideran un tema tabú. No quieren este debate.
El motivo es bien sencillo, la inmensa mayoría de esos grandes empresarios, políticos, banqueros, dueños de medios de comunicación tienen escondidas sus grandes fortunas en bancos y sociedades de países que son guaridas (paraísos) fiscales.
Si se lograse prohibirlo una ingente cantidad de dinero podría ser recaudada por la Hacienda de los estados y así se podría invertir en un estado de Bienestar más extenso y de mejor calidad, unas medidas contra el desempleo para reducirlo casi totalmente, un aumento de la cooperación y ayuda a los pueblos empobrecidos, se podrían financiar programas de microcréditos, extensión de las energías renovables, inversión para la transición ecológica, impulsar los servicios básicos para la gran mayoría de la población, etc.
La desaparición de las guaridas (paraísos) fiscales y la mejora de las condiciones de la inmensa mayoría de la población está íntimamente relacionado.
Su desaparición perjudicaría a una minoría exigua de la población (los inmensamente ricos) y beneficiaria a la inmensa mayoría de la Humanidad (los pobres, las clases medias, las clases acomodadas gracias al fruto de su trabajo, etc)
Para que esta medida pueda aplicarse se requiere la acción concertada de los países, es decir un acuerdo multinacional en algún foro mundial (ONU, G20, G7, Banco Mundial, FMI, OMC, etc) o de un hipotético Gobierno Mundial. Pero también es posible desde cualquier administración mostrar su rechazo a las guaridas fiscales dejando fuera de la contratación pública a aquellas empresas que tienen sede o intereses en las Guaridas fiscales. Si no quieren contribuir al erario público, lo mejor es que no se beneficien de él.