

Aunque puede confundirse, no son exactamente lo mismo, aunque en la práctica, los edificios autosuficientes suelen ser también edificios de cero emisiones
Los edificios autosuficientes son aquellos que son capaces de autoabastecerse por sí solos de la energía necesaria sin que tenga que intervenir aporte de energía exterior para su funcionamiento. Esto significa que producen su propia electricidad, agua caliente y calefacción.
Los edificios de cero emisiones, por otro lado, son aquellos que no producen emisiones de gases de efecto invernadero. Esto significa que utilizan energía renovable, para su funcionamiento. Todavía hoy se consideran también edificios cero emisiones aquellos que utilizan un porcentaje pequeño energías fósiles siempre que compensen las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por lo tanto, el matiz es que los edificios autosuficientes se centran en la producción de energía, mientras que los edificios de cero emisiones se centran en la eliminación total o compensación de las emisiones de gases de efecto invernadero. Aunque como deciamos más arriba en la práctica suelen coincidir ambos modelos.
Según varios estudios, los edificios suponen entre el 25% y el 40% del total de emisiones de gases de efecto invernadero en el Mundo. Por tanto son una pieza fundamental en la Transición energética urgente que necesita la Humanidad y la Biodiversidad del Planeta. Pero además se estima que los edificios son responsables de hasta el 50% de la contaminación que se genera en las ciudades, lo que los convierte en el principal grupo responsable de su polución.
El mayor gasto de energía en nuestros hogares proviene del consumo de electricidad por los equipos de aire acondicionado en verano y por el de los sistemas de calefacción en invierno y aún peor, cuando ésta procede de calderas de gas. Además, los edificios no solo contaminan durante su vida útil, por la energía para vivir en ellos, sino que también lo hacen cuando los construimos, por la fabricación de los materiales y la producción de residuos.
Por la emisión de gases de efecto invernadero y de gran cantidad de contaminación del aire (perjudicial para nuestros pulmones) o acústica (perversa para nuestro sistema nervioso y salud mental), se presenta como una gran necesidad, el aumento y generalización de edificios sostenibles y de cero emisiones.
Las necesidades energéticas que tienen los edificios normalmente son térmicas y eléctricas y estos en un edificio autosuficiente se han de cubrir al 100% mediante una combinación de varios elementos:
- Eficiencia energética
- Autoconsumo con energías renovables
- Baterías de almacenamiento
- Micro redes
- Contadores y aplicaciones inteligentes que permitan ajustar la oferta y demanda energética en tiempo real en el propio edificio.
- Recarga del vehículo eléctrico.
Los residentes o usuarios (en caso de empresas) de estos edificios pueden de esta manera gestionar directamente la demanda de energía que tiene el edificio, así como también la energía del transporte y hasta participar en el mercado eléctrico vertiendo a la red el excedente de energía para que otros usuarios lo puedan aprovechar.
Estos edificios también pueden estar aislados de la red y almacenar la energía que no consumen en baterías para ser usados en momentos de escasez de energía.
Lograr que todos los edificios sean neutros en carbono es una gran necesidad, por eso en 2023 la UE decidió que en 2030 todos los edificios nuevos que se construyan tienen que ser edificios de cero emisiones y el conjunto de todos los edificios deberán de ser cero emisiones en 2050, planteándose una serie de objetivos intermedios para que los edificios ya existentes sean más autosuficientes
Por eso estos edificios deben de ser los que progresivamente vayan sustituyendo a los que emiten gases de efecto invernadero ya que es posible reconvertir un edificio consumidor de energía en uno que sea autosuficiente.
Pero como suele ocurrir en las medidas para mitigar el Cambio climático, hay más ventajas en la implementación de estas medidas:
- Se mejoran las garantías para el suministro energético y por tanto su capacidad resiliente ante crisis futuras
- Supone un sensible ahorro económico para las familias y empresas que usen el edificio en sus gastos ordinarios;
- Cuando se generan excedentes de producción energética se puede vender a terceros siempre que se disponga de los permisos y la infraestructura necesaria y de esta forma generando un beneficio económico a la comunidad de vecinos
- Se consigue una mejora notable de la calidad del aire y de lucha contra la contaminación en las ciudades.
- Mejora para el medio ambiente que va más allá de la reducción de la contaminación y de las emisiones ya que utiliza menos recursos naturales por el uso de materiales reciclados
Sin embargo actualmente el número de edificios de cero emisiones es ridículamente pequeño, con cifras que todavía están por debajo de los mil edificios, según qué países. China y Europa en este sentido vuelven a ser las líderes en esta propuesta para la sostenibilidad.
Los gobiernos deben de incentivar la implantación rápida de estos edificios a través de subvenciones, desgravaciones fiscales y normativa facilitadora a los ciudadanos y más específicamente a las empresas de construcción y de otros sectores implicados. Estos a su vez deben aprender las metodologías y tecnologías para hacer más eficiente la construcción de nuevos edificios cero emisiones y en la reconversión de los ya construidos. La población en general debe de exigir el impulso de esta medida a los responsables políticos y a las empresas de construcción con el objetivo de residir en estos edificios y vivir en ciudades más limpias y sostenibles
Para la salud de todos, por la sostenibilidad de nuestro planeta, por la mejora de la economía y por los beneficios monetarios que se reciben merece que conozcamos y apostemos por los edificios autosuficientes, sostenibles y de cero emisiones.