Las ventajas que encontramos en la economía social por sentirse propietarios los trabajadores de la empresa en la que trabajan, podemos relacionarlas con las que también se pueden obtener en experiencias que se han realizado de participación de trabajadores en los órganos de dirección e incluso con participación en el capital (sin que esta llegue a ser mayoritaria) en empresas tradicionales capitalistas.
Al permitir la participación de los trabajadores y los sindicatos en los consejos de administración y el capital de las empresas, se asegura que tengan una voz y una representación directa en las decisiones estratégicas de la organización. Esto les permite influir en la toma de decisiones y expresar sus preocupaciones, intereses y perspectivas desde una posición de mayor poder y legitimidad.
Con este modelo de relación laboral que tiene en algunos paises europeos del Norte su mayor desarrollo también se pretende mejorar las relaciones laborales. Al estar presentes en las discusiones y decisiones clave de la organización, se fomenta un diálogo más abierto y constructivo entre la dirección empresarial y los trabajadores. Esto puede ayudar a prevenir y resolver conflictos laborales, promoviendo un clima laboral más positivo y colaborativo.
Al involucrar a los trabajadores en la gestión y los resultados de la empresa, se crea un sentido de pertenencia y se promueve el trabajo en equipo. Esto puede contribuir a una mayor motivación y compromiso por parte de los empleados.
Otra de las ventajas que pueden apreciarse con la presencia de los trabajadores y los sindicatos en los órganos de gobierno de las empresas es que se podría ayudar a garantizar la protección y promoción de los derechos laborales. Su participación puede contribuir a velar por el cumplimiento de estos derechos tales como salarios justos, condiciones de trabajo seguras y saludables, políticas y prácticas laborales más equitativas y socialmente responsables, etc
La participación de los trabajadores y los sindicatos en los consejos de administración y el capital de las empresas puede contribuir a la estabilidad y sostenibilidad empresarial a largo plazo. Al estar involucrados en la toma de decisiones estratégicas, los trabajadores pueden aportar su experiencia y conocimientos prácticos para impulsar la eficiencia y la productividad de la empresa. Además, su participación puede ayudar a promover un enfoque más equilibrado y a largo plazo en la gestión de la organización, teniendo en cuenta tanto los aspectos financieros como los sociales.
Los beneficios de la participación de los trabajadores y los sindicatos pueden variar según el contexto y la cultura empresarial de cada organización.