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La cuarta revolución industrial liderada por la inteligencia artificial (IA) está suponiendo un cambio rupturista en el mundo laboral y generando un debate intenso sobre sus implicaciones. Relacionado con la capacidad de destrucción de puestos de trabajo que está suponiendo la IA y la robotización debe de estar la reducción de la jornada laboral con el mismo salario porque las empresas ahora disponen de más herramientas para hacer lo mismo con menos personal y parece justo que ese beneficio, pueda repartirse con los trabajadores.
A pesar de los temores que se están produciendo en el sentido de que la pérdida de puestos de trabajo pueda suponer una profunda brecha entre los beneficiarios de la IA (empresas) y los perjudicados por la misma (trabajadores), las esperanzas en la aplicación de estas tecnologías en la empresa van a beneficiar a todos, creemos que son razonables. La historia nos demuestra que los avances tecnológicos que conducen a más productividad terminan siendo positivos para la sociedad en general. Pero se podrá abordar mejor el problema de la falta de empleo generada por la IA y la automatización si este proceso conlleva medidas consecuentes: reducción de la jornada laboral manteniendo el mismo salario, disminución del tiempo vital que le dedican las personas al mundo laboral (anticipación de la jubilación y retraso en la edad de la incorporación al empleo), creación de nuevos empleos, ampliación de los servicios públicos, etc.
Esta relación es muy evidente: si hay una disminución de las horas trabajadas por seres humanos en las empresas por la competencia de los nuevos “empleados digitales” que están suponiendo un aumento de la productividad y de los beneficios de las empresas, parece evidente que tenemos que repartir el trabajo que va quedando a través de las medidas de reducción de horas de trabajo de las personas, que deben de venir acompañadas por la ampliación de los ingresos fiscales para los estados para que sean capaces de financiar un sistema de pensiones, de formación y de prestaciones sociales más exigente.
Desde los altavoces de las élites (mayoría de los medios de comunicación, mundo conservador y reaccionario de las redes sociales, etc) se nos atemoriza con la falta de financiacion para las pensiones por el envejecimiento de la población o los males que a las empresas le supondría la reducción de la jornada laboral. Por otra parte se nos avisa de los peligros de las enormes pérdidas de empleos que supondrá la IA. Está muy claro que no es posible compatibilizar estos dos escenarios. Lo necesario y conveniente es la reducción de la jornada laboral con el mismo salario y el aumento de la presión fiscal a las grandes empresas que suben sus millonarios beneficios gracias a estos cambios tecnológicos.
Las Ventajas de la reducción de la jornada laboral con el mismo salario para el trabajador son claras : Mayor equilibrio entre vida laboral y personal; más tiempo libre, Mayor satisfacción laboral por mejorar sus condiciones de trabajo y reducir su estancia en la empresa; Mejora de la salud física y mental porque menos horas de trabajo y más tiempo para el descanso y el ocio podrían contribuir a mejorar la salud física y sobre todo psíquica. También debemos de añadir la reducción del estrés y por tanto disminución de enfermedades relacionadas con el estrés laboral